Pese a desprender un olor bastante
desagradable cuando la cocinamos, la coliflor es una rica fuente de vitaminas
para los niños, por lo que conviene que esté presente en su dieta. Como ya
expliqué en la receta de la quiche, mis hijos suelen comerla asiduamente en
forma de crema, aunque ahora estoy experimentando con nuevas recetas y pronto
iré presentándosela en diferente formatos. Mi amiga Aurora me dio el otro día
otra gran idea para cocinarla ¿qué tal si la rebozamos con huevo? ¡Lo probaremos!
Personalmente la coliflor me parece una
verdura excepcional. Aparte de ayudarnos en la lucha por combatir los radicales
libres que aceleran nuestro envejecimiento, colabora en la tarea de eliminación
de líquidos del organismo, por lo que nos viene de perlas a l@s que sufrimos
retención de líquidos. Además, gracias a su bajo contenido en grasa, es un
aliado perfecto para nuestro #reto40.
Y si lo que padeces es estreñimiento, la
coliflor va a ser la compañera perfecta, gracias a su contenido en fibra y sus
propiedades laxantes ¿Tus intestinos son un poco vagos? Pues intenta incorporar
esta verdura en tu dieta y, poco a poco, te sentirás un poco más aliviad@.
Estos son únicamente algunos de la infinidad
de beneficios que nos aporta incorporar la coliflor en nuestras dietas, aunque
parecen razones más que suficientes para hacerlo sin dudar ¿no crees?
A parte, si te animas a tener una mesa de
cultivo como la mía de mygarden.center, puedes cosecharla tu mism@. Es posible
plantarla durante todo el año, aunque el momento ideal para hacerlo es entre
septiembre y enero. ¡Vamos! Anímate a hacerlo.
¿Sabías que la coliflor blanca tiene
precisamente este color porque, durante su crecimiento se impide la entrada del
sol, evitando así el desarrollo del pigmento que le confiere su color verde?
Ten en cuenta que yo no soy nutricionista ni dietista, simplemente me informo y leo sobre el tema.
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